Laura Madrueño nos cuenta cómo eligió las ventanas de su nuevo hogar
Hace unos meses os hablamos del nuevo proyecto de la presentadora de Mediaset, una vivienda sostenible, integrada en la naturaleza y en la que cada material ha sido escogido con mimo, pensando en su balance ecológico. Hoy, Laura nos cuenta con sus propias palabras cómo fue el proceso para elegir las ventanas, qué buscaba y porqué acabó escogiendo sistemas KÖMMERLING.
Laura Madrueño:
Una de las decisiones más importantes que hay que tomar a la hora de vivir en una casa son las ventanas, esas entradas de luz que llenan de vida un espacio. A mí personalmente me encantan los grandes ventanales y las paredes con vidrios de suelo a techo, esas ventanas que te hacen sentir conectado con el exterior. A nivel estético tenía claro cómo quería que fuesen las ventanas, pero necesitaba que también cumpliesen con los objetivos del proyecto.
El pilar fundamental en el que se basa mi nueva casa es la sostenibilidad, ya que mi sueño era conseguir vivir de una manera más responsable en todos los sentidos. Es por ellos que nos hemos fijado en cada pequeño detalle, inspirándonos en las casas pasivas, construcciones con un consumo energético muy bajo que durante todo el año consiguen ofrecer una temperatura ambiente confortable sin la aplicación de calefacción.
Vimos que una de las claves de las casas pasivas son las ventanas, ya que son el elemento más débil de la fachada. Su elección influye en el confort y en poder estar a gusto en casa, pero también en la energía que gastamos, tanto con el uso de calefacción como de aire acondicionado. Por eso era importante elegir unas ventanas que cumpliesen con el objetivo que nos habíamos marcado de eficiencia energética y sostenibilidad en todo el proyecto.
Al buscar ventanas de altas prestaciones térmicas enseguida dimos con KÖMMERLING, pero no nos tomamos la elección a la ligera. Vimos que fabricaban sistemas de PVC, un material que sabíamos que es aislante, pero aun así decidimos interesarnos un poco por conocer mejor sus características. Una de las primeras cosas que aprendí es que se llama PVC a muchas cosas, pero que en realidad son muy distintas. Por ejemplo, no tiene nada que ver el PVC de un cable con el de una ventana. Y en el campo de las ventanas la formulación de KÖMMERLING es exclusiva de la marca y distinta a del resto de marcas, e incluso dentro de KÖMMERLING hacen diferencias para cada país en función de la climatología.
Una de las cosas que más me gustaron y por las que me decidí a elegirlos fue por el compromiso de la marca con la protección del medio ambiente, tanto en su formulación, que no solo es 100% reciclable sino que incorpora material reciclado, como en sus las políticas de “cero desperdicios” que aplican en la fabricación, algo con lo que estoy especialmente sensibilizada por el efecto que pueden tener los residuos industriales en los fondos marinos.
Además, al hablar con ellos vimos que tenían mucha experiencia en proyectos pasivos y en Edificios de Energía Casi Nula (EECN), por lo que supieron orientarnos con cuál era la mejor solución para que nuestra casa fuese altamente eficiente.
No nos lo pensamos más y contactamos con el miembro de su Red Oficial más cercano. Ya hemos estrenado las ventanas y nunca podría haber imaginado que pudiesen afectar tanto al confort de mi casa. En estos meses de frío apenas he hecho uso de ningún tipo de calefacción y mi casa está calentita en todo momento. ¡Me encantan!