Ventanas para baño: tipos y consejos para acertar
El baño es una zona con tendencia a la humedad, por tanto la elección de las ventanas es importante de cara a favorecer la ventilación, la intimidad, etc. Las ventanas de PVC son una gran opción por su resistencia, aislamiento y fácil mantenimiento.
Las ventanas para baño pueden influir en la estética del baño, su luminosidad y, sobre todo, en la ventilación. Pero, ¿Cómo elegir la ventana de baño más adecuada? Para tomar la mejor decisión tenemos que tener en cuenta factores como el espacio con el que contamos, la iluminación del baño, su capacidad de ventilación, a dónde da el hueco o ventana, etc.
En este post hacemos un repaso a todo aquello que debemos tener en cuenta al escoger una ventana para el baño.
Por qué es importante elegir bien la ventana del baño
En el baño no solo buscamos funcionalidad, buscamos bienestar. La luz natural transforma estas estancias pequeñas en espacios más saludables, mientras que una buena ventilación mantiene el aire fresco y evita esa sensación de humedad que se queda atrapada después de cada ducha. Elegir bien la ventana es cuidar el confort diario, pero también la durabilidad y la estética de un espacio que usamos todos los días.
A nivel de normativas y según el Documento Básico HS 3 del Código Técnico de la Edificación, los baños deben contar con un sistema de ventilación suficiente, bien sea natural —mediante una ventana— o mecánica, como un extractor. En este post vamos a hablaros de aquellos casos en los que el baño sí da a un espacio exterior e incluye ventana.
Dado que los cuartos de baño son estancias en las que se genera bastante humedad, es importante que escojamos un material resistente y duradero. En este aspecto, las ventanas de PVC son altamente resistentes a la humedad, ya que cuentan con una superficie lisa, no porosa, que impide que la humedad penetre y se adhiera.
Por esta misma razón, es importante que las ventanas del baño faciliten la ventilación. En este aspecto, las ventanas oscilobatientes, que permiten su apertura tanto desde su eje horizontal como vertical, son una gran opción, ya que podemos ventilar evitando fuertes corrientes de aire. En contrapunto, si nuestro cuarto de baño es pequeño y necesitamos optimizar el espacio, la mejor opción siempre serán las ventanas correderas.
Al margen del tipo de apertura y el material de la ventana, también es importante el vidrio. Si las ventanas de nuestro baño dan a un patio interior o a una calle transitada, necesitaremos escoger vidrios opacos o traslúcidos, que dejen pasar la luz natural a la vez que nos aportan intimidad.
Los distintos tipos de ventanas para cuartos de baño
Teniendo en cuenta todo lo que hemos hablado hasta ahora, podemos hacernos una idea de los diferentes tipos de ventana para baño. Como base debemos buscar una ventana aislante (que nos proteja del frío en invierno), que permita el paso de luz natural, sea resistente a la humedad y aporte un elevado nivel de seguridad.
A partir de aquí, podemos escoger entre modelos practicables, oscilobatientes, correderas o pivotantes. La elección dependerá principalmente del espacio de nuestro cuarto de baño. ¡Y recordad el tema del vidrio si estamos ante un mirador o una ventana con vistas a la calle o los vecinos!
Consejos para elegir ventana según tu tipo de baño
Cada baño tiene sus propias necesidades, y la ventana adecuada puede marcar la diferencia entre un espacio agradable y uno que acumula humedad, malos olores o falta de privacidad. Estas son algunas recomendaciones según el tipo de baño:
1. Baño con ducha
En baños donde la ducha es protagonista —y con ella, el vapor— conviene apostar por ventanas que favorezcan la ventilación rápida y eficaz.
Las ventanas oscilobatientes son una gran alternativa porque permiten ventilar desde la parte superior sin necesidad de abrir completamente, manteniendo la privacidad y evitando corrientes de aire incómodas. Si buscas un extra, combina esta apertura con vidrios traslúcidos para permitir la entrada de luz natural sin comprometer la intimidad.
2. Baño pequeño
Las mejores ventanas para baños pequeños serán las de apertura corredera, ya que su apertura y cierre ocupa poco espacio, pero a su vez permiten ventilar, deshaciéndonos de los malos olores y evitando el cúmulo de humedad.
Además, al no invadir el interior, son una opción ideal si el baño tiene muebles cercanos a la zona de la ventana. Si quieres potenciar la sensación de amplitud, opta por colores claros en el perfil y vidrio que favorezca la entrada de luz.
3. Ventana dentro de la ducha
Cada vez más habitual en baños modernos, este caso requiere materiales muy resistentes a la humedad y fáciles de limpiar.
Las ventanas de PVC son especialmente recomendables por su resistencia y su durabilidad. En cuanto a la apertura, mejor que sea practicable o abatible, para no dificultar el acceso y facilitar la ventilación tras la ducha. Eso sí: elige un vidrio traslúcido o grabado para asegurar privacidad sin renunciar a la luz natural.
Materiales para ventanas de baño: ventajas del PVC
Su durabilidad, aislamiento y, sobre todo, resistencia a la humedad, son algunas de las principales ventajas de escoger ventanas de PVC para el cuarto de baño. No hay que olvidar que estamos ante un material que requiere un mantenimiento mínimo. Es decir, limpiándolo únicamente con jabón neutro y una bayeta, podemos hacer que nuestras ventanas luzcan como el primer día durante años.

Si lo comparamos con otros materiales habituales, vemos aún más clara su ventaja. El aluminio ofrece un diseño ligero y resistente, pero necesita una rotura de puente térmico para alcanzar niveles de aislamiento similares. La madera, por su parte, aporta un acabado cálido y estético, aunque requiere un mantenimiento periódico para conservar su aspecto y evitar que la humedad la deteriore con el paso del tiempo.
Frente a estas alternativas, el PVC destaca porque combina gran resistencia a la humedad, buen aislamiento y muy poco mantenimiento, sin renunciar a la estética ni a las prestaciones técnicas. Una elección que resulta especialmente adecuada en un espacio como el baño, donde la condensación y los cambios de temperatura son constantes.