Tipos de apertura para ventanas, ¿cuál elijo?

Tipos de apertura para ventanas, ¿cuál elijo?

Según nuestras necesidades o el espacio en el que vayan instaladas, escogeremos un tipo de apertura u otra para nuestras ventanas. Para facilitar vuestra elección os contamos en este post las diferentes posibilidades que existen en el mercado y en qué se diferencian unas de otras. ¿Ya tenéis claro con cuál os quedáis?

13 Abr 2021
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tipos de apertura para ventanas

La evolución del sector del cerramiento ha hecho que hoy en día tengamos un amplio abanico de posibilidades a la hora de elegir una ventana. Ya no solo es cuestión de elegir el material del perfil, el tipo de vidrio o el herraje, sino que una decisión fundamental también será el tipo de apertura. Esta decisión influirá directamente en los valores de aislamiento y hermeticidad de la ventana, aunque también dependerá del espacio con el que contemos en la vivienda.

En general, las ventanas y su tipo de apertura se pueden diferenciar en dos grandes grupos. Por un lado tenemos las abatibles y por otro las correderas, que más adelante veremos en profundidad. Importante tener en cuenta que aquí solo estamos hablando de los tipos de apertura para ventanas, ya que en el caso de las puertas encontraremos diferentes opciones.

Ventanas abatibles

La imagen que hoy tenemos en la cabeza cuando pensamos en ventanas abatibles dista mucho de cómo eran estas ventanas en sus inicios. Aquellas ventanas, tradicionalmente de madera, contaban con una especie de cerrojos que permitían abrir o cerrar las hojas. Nada que ver con las ventanas abatibles de PVC actuales, que ofrecen un cierre completamente hermético.

Además, las opciones dentro de las abatibles también se han multiplicado con el tiempo. De hecho, el uso de ventanas oscilobatientes (que permiten abrirse en su eje horizontal y vertical) es relativamente reciente, sobre todo en nuestro país. Un tipo de apertura cada vez más demandado.

En general, podemos decir que las ventanas con apertura abatible son las más herméticas y aislantes, pero también requieren de un mayor espacio (la hoja se abre), por lo que en estancias muy pequeñas puede resultar imposible. Los tipos de ventanas abatibles son:

  • Oscilobatientes: son aquellas ventanas que podemos abrir tanto en su eje vertical u horizontal (ideal para ventilar sin provocar un exceso de corriente). En este otro post ya os hablamos de las ventajas de este tipo de apertura.
  • Abatible con eje horizontal: en este caso la ventana solo podríamos abrirla por su parte superior, una posición ideal para ventilar y que aporta seguridad si contamos con niños pequeños o mascotas en casa.
  • Abatible con eje vertical: un tipo de apertura que permite abrir las hojas de la ventana, maximizando la conexión entre el interior y el exterior de la vivienda.
  • Pivotante: quizá sea el tipo de apertura menos utilizado en nuestro país, sobre todo a nivel particular, ya que sí son muchas las empresas y edificios públicos que cuentan con este tipo de ventanas. Permiten que, en su eje vertical, la hoja “voltee”, ya sea por su parte superior o inferior.

Ventanas correderas

Su uso tiene una gran tradición en nuestro país, siendo un tipo de apertura económico y de fácil uso. Es cierto que es menos aislante y hermético que los sistemas abatibles, pero la evolución del sector de la ventana ha hecho que, a día de hoy, encontremos ventanas correderas que ofrecen elevados niveles de aislamiento térmico y acústico. Es el tipo de apertura ideal cuando necesitamos optimizar el espacio, ya que la ventana en ningún momento sobresale de la fachada. Los tipos de ventanas correderas que podemos encontrar son:

  • Corredera Slide: este tipo de ventana combina la apertura corredera tradicional con la paralela, lo que permite un cierre más hermético (que imita a las abatibles). Al abrir la ventana la hoja se desplaza a otro raíl y se desliza de forma suave.
  • Corredera tradicional: es el tipo de apertura más común en el ámbito de las correderas, ambas hojas pueden deslizarse y las juntas de cierre son de cepillo para facilitar el deslizamiento.

Una vez hemos visto todas las opciones de apertura que tenemos para ventanas, nos será mucho más sencillo tomar una decisión. Según nuestras necesidades, gustos y el espacio con el que contemos podremos seleccionar el tipo de apertura que más encaja en nuestra vivienda. Y si tenéis alguna duda en concreto sobre qué tipo de apertura es mejor para vuestro caso, no dudéis en preguntarnos 😉   

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